Jesús De Vega

Hablamos con el bailarín y coreógrafo Jesús De Vega a su paso por la residencia artística que realizó hace unas semanas en el espacio Urbine de L’Hospitalet. Durante un mes ha estado trabajando en la preparación de su nuevo espectáculo «Homosonic», nutriéndose del espacio y dándose tiempo para pensar el proyecto y desarrollarlo.

El proyecto mezcla varios elementos que de primeras parecen de sitios diferentes, pero a mí lo que me gusta es buscar de qué manera los puedo unir para crear algo que inspire al público. Me centro mucho en la relación entre el cuerpo y la generación de sonido.

En el caso de Homosonic he estado muy obsesionado desde hace tiempo con cosas que tengan que ver con fenómenos naturales, desde erupciones volcánicas, sismos, etc. Viví en Islandia un tiempo y me impresionó mucho como a veces estás en medio de la nada y te dicen “ahora cállate y escucha” y debajo de la tierra oyes un ruido que te hace sentir que la tierra está viva bajo tus pies.

He empezado como a coleccionar sonidos electrónicos, coleccionar en el sentido que voy generando yo. Uso Ableton que es un programa que se usa sobre todo para músicos que hacen cosas en directo, voy creando esos sonidos con sintetizadores, estoy un poco obsesionado con su sonido y así he ido coleccionando cosas. A parte tengo un sistema de movimiento, sobre el que doy talleres, que está inspirado por cómo los sintetizadores generan sonido. A través de la residencia aquí en Urbine he empezado a dejar que los elementos me hablen. Han salido 4 temas musicales que interpreto en directo y en donde el cuerpo es parte esencial del desarrollo, porque o bien genera sonidos o añade un sonido que no se puede oír pero para mí es parte de la composición musical.

Cada pieza invita al público a sumergirse en un universo sensorial que combina lo orgánico y lo electrónico.  ¿Creas el baile al mismo tiempo que la música?

La idea es que lo que tu ves y lo que oyes sea un mismo universo y la ambición es que esto te genere y te de el espacio para que tu imaginación pueda recrear el espacio en el que estoy, o qué es lo que está pasando, qué te sugiere, es como una pieza atmosférica, como 4 estados de ánimo. En resumen, trabajo energéticamente. Me gusta trabajar las cosas como si las estuviera haciendo a mano.

¿Qué sensaciones has sentido al hacer el proyecto en Urbine?

Cuando hablé con Xavier y vi el espacio dije “esto sería perfecto”, esto no es un espacio de danza y a mí justamente lo que me interesa es cómo descentralizar la creación en particular de la danza porque al final los estudios de danza son todos muy similares. Desarrollar un proyecto en un espacio más industrial, donde tienes contacto con gente que no está necesariamente en tu mundo pero si en el mundo creativo, al final me abre la imaginación a la posibilidad de tener estímulos diferentes.

Sobre todo a nivel de este espacio enorme, que reúne cosas que a mí me entusiasman, todo el rollo industrial, trabajar con cemento y mucho espacio, los estudios de danza suelen ser limitados y si son grandes también pueden imponerte un poco. Sin embargo aquí hay una parte de mi creatividad que se separa y voy viendo como puedo recrear este espacio. De hecho coincide mucho con el  tipo de composición músical que yo hago, que es bastante electrónica, como ciencia ficción, un poco futurista de alguna manera.

Si el espacio abierto y sin muchas restricciones te conecta con tu creatividad de una manera única entiendo que los sonidos suenan diferente aquí, no solo a nivel sonoro sino también sensorial.  

Claro, aquí además una cosa que me gusta mucho es el hecho de que no hay un equipo de sonido. Me interesa mucho trabajar desde la limitación, creo que a veces cuando trabajas con muchos medios te puede costar más, yo creo mucho en la creatividad desde la carencia, tener poco te mantiene vivo, te surgen preguntas como “qué puedo hacer con esto?” “tengo dos cosas”, “¿de cuántas maneras diferentes lo puedo mirar?”. Soy muy fan de trabajar desde esa simplicidad y en este sentido estoy trabajando con un altavoz pequeño. Comienzo a trabajar con los auriculares y me mantengo en mi propio mundo, después paso a usar este pequeño altavoz y me doy cuenta que ya empiezo a proyectar. El siguiente paso me imagino cuando lo empiece a escuchar todo con unas altavoces más potentes, entonces me sorprenderá lo que estoy creando porque tendrá una nueva dimensión. Para mí es mantener viva la llama de no quedarse anquilosado en una cosa, sino tener siempre algo que mantiene vivo lo que estás creando.

¿Te has inspirado en algo ya creado o te ha salido desde cero? 

Va saliendo desde cero pero cosas que me interesan mucho son la estética japonesa, no la estética visual, sino términos casi filosóficos. Hice una pieza que está inspirada en kintsugi (un arte que se centra en reparar cosas e ir pegando pedazos, a menudo con oro y otro materiales nobles). Son inspiraciones un poco más abstractas. Trabajo mucho la percepción del tiempo a través de crear looks de movimiento, acelerar o desacelerar, me gusta mucho utilizar estos tipos de efectos de sonido pero aplicarlos al cuerpo. Descubrí el trabajo de el fotógrafo Alex Verhalle y su página de Instagram. Él se va a fiestas de tecno, saca fotografías en blanco y negro, y luego hace vídeos de stopgo animation, y de repente la logica del cuerpo va como saltando y me parece fascinante. Estéticamente es increíble como lo fotografía.

Desde que estoy en Barcelona, me fascina la música electrónica. Hace tiempo que no estaba en el mundo de la noche y es verdad que noto que me ha influenciado mucho en el sentido de que los temas por lo general tienen bastante ritmo, incluso el último tema «Teluric» roza un poco el techno, no quiero definirlo como tal porque ni soy músico ni experto en géneros musicales de música electrónica, pero sí tiene un componente bastante bailable todo lo que estoy haciendo.

Otra de las composiciones es mucho más minimalista, melódica, más melancólica. Es un poco el corazón de la pieza con theremin.

Estoy constantemente absorbiendo cosas y luego dejo que intuitivamente se vayan colocando en su sitio.

¿Has terminado de dar forma al proyecto? 

Estoy en ello, ahora está asentada la base, sé que son 4 temas. Ahora estoy es intentando ligar todo y darle una forma escénica más solida. Puede cambiar es como enlazo la experiencia del público, quizás añado algo.

¿Se abrirá al público?

Para acabar la residencia no, lo voy a mantener muy en petit comité. Aun siento que está en fase de pulir. Quién sabe si pasará algo en un futuro muy próximo.

¿Piensas que hubiese cambiado algo si hubieses hecho la residencia en otro lugar que no hubiese sido Urbine? 

Hubiese cambiado todo. Ten en cuenta que yo provengo de trabajo en teatro, donde estás en un entorno completamente bajo control. Me interesaba trabajar cada vez más en espacios singulares donde existe esta necesidad de mantenerte receptivo a todo lo que pueda influirte. Es un espacio vivo donde pasan cosas, me obliga a mantener mi foco, si hay ruido externo y estoy trabajando con sonido, puede ser agotador pero también puede ser super interesante, el estar trabajando con esto, me ayuda en mi práctica como intérprete.

A nivel creativo también me aporta mucho, al trabajar con la idea de lo sísmico el sonido del propio espacio industrial hace que la interpretación y el propio proceso muten. Ha sido interesante además, darme la oportunidad de poder cambiar de entorno, porque yo empecé a ensayar en una parte del espacio y cambié a otra, con lo cual la dimensión y el enfoque cambia necesariamente.

Hay un tema que si no hubiera sido por trabajar en un suelo cemento no hubiera ocurrido, fue completamente casualidad, estaba con el micrófono de contacto intentando hacer algo y de repente me fui al suelo, escuche y el tema surgió en menos de una hora. Trabajo cada vez más con una idea que es más emocional que conceptual, el concepto ya está, trabajo con sonido, trabajo con instrumentos, siempre está todo expuesto, no quiero esconder que los cables están por el suelo. Yo estoy ahí y mi tarea es poder convertir esto que es muy real y tangible en hacer creer que estás en otro espacio o sugerir cosas en el momento que yo aprieto un botón, esto es lo que me gusta de los espectáculos en vivo.

Aquí el sitio me ha permitido en momentos, jugar con cosas que en un estudio de danza no hubiera jugado porque el suelo de un estudio de danza por lo general es de linóleo, por lo que yo ya sé que si pongo un micrófono en el suelo no va a pasar absolutamente nada y aquí incluso las paredes me aportan nuevas frecuencias.

Las ideas que te vienen la escribes, grabas la voz. ¿Cómo lo capturas las ideas en el proceso de creación?

Tengo muchos proyectos con sonido en Ableton.  A veces también grabo sonidos naturales, de repente voy por la calle oigo algo y empiezo a grabar, lo voy subiendo al ordenador y le voy poniendo efectos. Con el theremin ocurre igual. Tiene sonidos específicos, es un instrumento electrónico y tiene una antena por cada lado, con una cambio a más agudo o más grave y con la otra antena más volumen o menos volumen. Lo conecto al ordenador y le puedo añadir efectos, más amplitud, más silencio. Muchos de esos sonidos que voy recolectando, aparecen en el propio proceso, o me inspiran para crear algo parecido.